Gonçalo Guerreiro
Gonçalo Guerreiro nació en Lisboa poco después de la Revolución de Abril. A los 24 años emprendió un largo viaje por Europa que finalmente lo llevaría de regreso al Atlántico. Actualmente vive en la provincia de A Coruña, en Galicia.
Es director de escena, escenógrafo, actor y director artístico de Elefante Elegante donde ha creado, interpretado y dirigido junto a María Torres cerca de treinta espectáculos hasta el presente.
Después de cursar la carrera de Psicología durante tres años fue admitido en el Conservatorio de Lisboa donde concluyó el curso de formación de actores en la Escola Superior de Teatro e Cinema. Se diplomó en Teatro de Movimiento en la École Lassaad, de Bruselas. Pasó por la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid con una beca del Ministerio de Educación portugués. Estudió Commedia dell’Arte con Antonio Fava en Italia y Antropología Teatral con Eugenio Barba en Polonia, Dinamarca y Portugal.
Trabajó como actor y músico en las compañías portuguesas Teatro ABC, A Barraca, Teatro da Comuna, Teatro do Montemuro y Trigo Limpo Teatro Acert. En Galicia colaboró con las compañías Galitoon y Manicómicos.
Ha creado y dirigido varios espectáculos para diferentes compañías como la Compagnie Imagerie (Bélgica), Compagnie Blahblahblah (Bélgica), SU.MA (Galicia), Varazim Teatro (Portugal), Compañía Exire (Galicia), Sarabela Teatro (Galicia), Teatro do Mira (Portugal), Centro Dramático Galego y ASTA, Baal17, d’Orfeu AC y Teatrão (Portugal, en coproducción).
En 2021 ha ganado el Premio María Casares al Mejor Director y Mejor Espectáculo con “La lengua de las mariposas” (Sarabela Teatro).
Su práctica artística se basa en un fuerte vínculo entre el cuerpo, el espacio y el objeto. Una relación en la que el diálogo entre figura y fondo asume una herencia directa de las artes visuales. El elemento fundador es siempre un dispositivo escenográfico habitado por referencias espaciales específicas donde los cuerpos puedan existir y elaborar una investigación rigurosa de gestos, movimientos y actitudes. De esta forma, la narrativa de las acciones físicas oscila entre la abstracción del movimiento bailado y la construcción de la trama teatral. Para Gonçalo Guerreiro, el cuerpo contiene en sí mismo todos los secretos y revelaciones de una puesta en escena que se fundamenta en la dinámica pictórica de la composición del espacio físico, cromático, musical y literario.